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El pasado sábado 25 de mayo de 2025, la comunidad de Pradera del Norte, Parroquia de la Medalla Milagrosa, Alcalde Díaz, Panamá, vivió una jornada única marcada por la fe, la fraternidad y el anuncio del Evangelio. Aunque en este sector aún no se ha establecido una capilla católica, los hogares y corazones de sus habitantes se abrieron con generosidad al mensaje de Jesucristo, gracias a la entrega de los misioneros que llevaron la Buena Nueva a esta tierra sedienta de Dios.


La misión fue organizada por el Grupo Misioneros Laicos Verbitas de Panamá, acompañados por su guía espiritual, el Padre Bau Nguyen, SVD, quien con sencillez y entusiasmo anima el compromiso misionero en diversas comunidades. Esta jornada también contó con el valioso apoyo de misioneros laicos provenientes de la Parroquia de la Medalla Milagrosa en Alcalde Díaz y de la Parroquia San Jerónimo de La Cabima, Panamá, quienes se unieron con generosidad a este esfuerzo de evangelización.


Asimismo, se destacó la presencia de la Hermana Cecelia, de la Congregación de las Hermanas de la Visitación, quien acompañó a los equipos con su espíritu orante, su escucha atenta y su testimonio de entrega al servicio del Reino.

Durante el día, los misioneros recorrieron casa por casa, llevando un mensaje de esperanza, compartiendo la Palabra de Dios, orando con las familias y escuchando con cariño las realidades, sueños y desafíos de la gente del lugar. En cada visita se sintió el calor de la acogida y la alegría de saberse acompañados por una Iglesia que sale al encuentro.


Uno de los momentos más significativos fue la celebración de la Santa Eucaristía, que tuvo lugar al atardecer en la cancha comunitaria. Bajo el cielo abierto, y con la participación activa de muchos vecinos, se vivió un momento de profunda comunión. La cancha, por unas horas, se transformó en un templo vivo, donde Cristo se hizo presente en la Palabra, en la Eucaristía y en la comunidad reunida.

Esta misión no solo sembró la fe en una comunidad en crecimiento, sino que también fortaleció el espíritu misionero de todos los participantes. Fue una experiencia de Iglesia viva, en salida, que testimonia la alegría del Evangelio y la fuerza del Espíritu que impulsa a cruzar fronteras y tocar corazones.


El Grupo Misioneros Laicos Verbitas, en comunión con las parroquias hermanas y con el apoyo de los verbitas que están laborando en Panamá, reafirma así su compromiso de seguir evangelizando las periferias, acompañando procesos comunitarios y soñando con la futura construcción de una capilla donde Cristo sea el centro de una comunidad nueva y en camino.


Porque “la mies es mucha y los obreros pocos” (Mt 9,37), seguimos adelante con alegría, sabiendo que cada paso misionero es una semilla de esperanza en el Reino de Dios.



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En un ambiente lleno de alegría, fe y comunidad, se celebró con gran entusiasmo la Feria Familiar Verbita, en conmemoración de los 150 años de la fundación de la Congregación de los Misioneros del Verbo Divino. Esta significativa celebración se llevó a cabo en la provincia de Chiriquí, Panamá, reuniendo a feligreses, amigos y colaboradores de las parroquias de San Francisco de Asís en Dolega y Verbo Divino en David, donde los misioneros verbitas llevan a cabo su labor pastoral.


La celebración inició con una Solemne Misa, presidida por Monseñor Luis Enrique Saldaña Guerra, OFM, quien, junto a los misioneros verbitas de ambas parroquias, elevó oraciones de gratitud por la misión y entrega de tantos hombres que, dejando su patria, tierra y familia, han decidido consagrar su vida al anuncio del Evangelio. En su mensaje, el obispo felicitó a los verbitas, animándolos a continuar siendo signos vivos de esperanza y luz en medio del mundo, y destacó el testimonio de amor y entrega que ofrecen en cada rincón donde sirven.


Acompañando la celebración, también estuvo presente el superior del CAM (Centro Americana), el P. Mateo Yeng, SVD, quien compartió palabras de agradecimiento y alegría. “Esta fiesta nos invita a ser luz para todas las personas”, expresó con emoción, reconociendo el valioso trabajo de los verbitas en las comunidades parroquiales de Dolega y David.


Tras la Eucaristía, la jornada continuó con una colorida feria familiar, un espacio de convivencia, cultura y fraternidad que permitió compartir los talentos, sabores y alegría de las comunidades. La tarima artística se llenó de vida con presentaciones de baile, canto y música, que animaron a grandes y chicos. No faltaron las deliciosas comidas típicas, preparadas con esmero por los feligreses, así como actividades recreativas para los niños, venta de legumbres, verduras, artesanías, y el esperado bingo regalón, que reunió a decenas de familias en un ambiente de sano entretenimiento.


El actual párroco de San Francisco de Asís, P. Alberto Kobha, SVD en su mensaje, agradeció profundamente a todas las personas, colaboradores y patrocinadores que con esfuerzo, cariño y generosidad hicieron posible esta celebración. “Gracias a cada uno por aportar su granito de arena, con el corazón lleno de amor por esta misión”, expresó conmovido.


Asimismo, el Padre Mauricio, OFM, anterior párroco de San Francisco de Asís, también compartió unas emotivas palabras, felicitando a los misioneros verbitas por su entrega, e invitando a toda la comunidad a seguir llevando el mensaje de Dios a todos los pueblos. Hizo un llamado especial a fomentar las vocaciones misioneras, para que más jóvenes se animen a seguir el camino del Verbo Divino.


La Feria Familiar Verbita no solo fue una fiesta visible, sino una experiencia profunda de comunión, gratitud y esperanza. Fue un testimonio vivo de una comunidad que camina junto a sus misioneros, compartiendo la fe, la cultura y la vida. Una celebración que no solo conmemoró el pasado, sino que también iluminó el presente y proyectó un futuro lleno de esperanza misionera.


¡Felices 150 años, Misioneros del Verbo Divino! ¡Gracias por dar vida, esperanza y amor en cada rincón del mundo!



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Hoy 25 de marzo de 2025, con gran solemnidad y júbilo espiritual, la comunidad parroquial de Verbo Divino en David, Panamá, celebró su fiesta patronal en un ambiente de profunda fe y comunión eclesial. La Santa Eucaristía, presidida por Su Excelencia Reverendísima Monseñor Luis Henrique Saldaña Guerra, OFM, Obispo de la Diócesis de David,, constituyó el momento culminante de esta festividad, marcando un día de gracia y renovación espiritual para todos los presentes.


En su homilía, el Obispo Saldaña desarrolló un profundo mensaje centrado en la fidelidad a ejemplo de la Santísima Virgen María, destacando que esta virtud es el fundamento de toda relación auténtica con Dios. Con elocuencia pastoral, señaló que María, al aceptar el designio divino en la Anunciación, se convirtió en modelo permanente de entrega confiada y obediencia amorosa. "La fidelidad de María no fue un acto momentáneo, sino una actitud permanente que debemos imitar en nuestra vida cristiana", enfatizó Su Excelencia, invitando a los fieles a cultivar esta fidelidad en tres dimensiones esenciales: hacia Dios, hacia la familia y hacia la propia vocación.


En el contexto de la Solemnidad de la Anunciación del Señor, el Obispo procedió a impartir una bendición especial a las mujeres embarazadas, gesto litúrgico que subrayó el valor sagrado de la vida humana y la maternidad como participación en el misterio de la Encarnación. Este momento, cargado de emotividad espiritual, permitió a la comunidad experimentar de manera tangible la ternura de Dios hacia cada vida que se gesta.


El Reverendo Padre Eugenio Agyapong, SVD, párroco de la comunidad, expresó su más sentido agradecimiento a todos los fieles y colaboradores que hicieron posible tanto la novena preparatoria como la celebración patronal. Destacó particularmente la labor del Reverendo Padre Yohanes Weys, SVD, cuya habilidad artística se plasmó en la decoración litúrgica alusiva al misterio de la Anunciación, así como la dedicación del Reverendo Padre Huy Le, SVD, quien coordinó con esmero las diversas actividades pastorales.


La celebración adquirió un carácter particularmente significativo por la presencia concelebrante de sacerdotes y diáconos de la Sociedad del Verbo Divino procedentes de la Parroquia San Francisco de Asís de Dolega, junto a un presbítero diocesano y dos diáconos, manifestando así la comunión fraterna que caracteriza a la Iglesia local. La nutrida asistencia de fieles, que colmaron el templo parroquial, dio testimonio del vigor de la fe en esta comunidad.


Como broche final a la celebración eucarística, se ofreció un brindis fraterno que permitió compartir no sólo alimentos terrenales, sino también la alegría de pertenecer a la gran familia de Dios. En cada aspecto de esta festividad se hizo presente el espíritu misionero de San Arnoldo Janssen, fundador de la Sociedad del Verbo Divino, cuyo carisma de fidelidad creativa y audacia evangelizadora continúa inspirando el caminar de esta comunidad parroquial.


Esta fiesta patronal no sólo renovó el compromiso de fidelidad a Dios y a la Iglesia, sino que también fortaleció los lazos de comunión entre todos los participantes, quienes partieron con el corazón fortalecido en la certeza de que, siguiendo el ejemplo de María, están llamados a ser testigos fieles del Verbo Divino en el mundo contemporáneo.


Comunicación CAM


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